Cámaras empresarias hablaron del paro: “¿Quién querrá invertir en un país donde la conflictividad laboral es moneda corriente?”

La Cámara de Comercio consideró que la medida de fuerza de la CGT es “injustificada e inoportuna”. Amcham fue aún más dura y cuestionó el segundo paro a un Gobierno democrático electo hace pocos meses

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Los representantes del comercio remarcaron su oposición a la medida de fuerza
Los representantes del comercio remarcaron su oposición a la medida de fuerza

La Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) y la Amcham manifestaron su rechazo al paro nacional convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT) para este jueves 9 de mayo.

La CAC aseguró que “respeta el derecho de huelga consagrado en la Constitución, pero considera que la medida anunciada resulta injustificada y por demás inoportuna”. Amcham, por su parte, se quejó de la señal para inversores: “¿Quién querrá invertir en un país donde la conflictividad laboral es moneda corriente?”, planteó.

Amcham indicó que “nuestras acciones deben estar alineadas con la situación social y económica de la Argentina. En Argentina, enfrentamos una cruda realidad: Estancamiento estructural, caída del consumo, pérdida del poder adquisitivo, niveles de pobreza del 41,7%, y por ende salarios que no alcanzan para cubrir las necesidades básicas”.

“Entendemos el derecho de los trabajadores de manifestarse a través de los mecanismos legales disponibles, pero lo criticable es la oportunidad de repetir el segundo paro nacional en 4 meses de un gobierno elegido democráticamente” (Amcham)

“En este contexto, entendemos el derecho de los trabajadores de manifestarse a través de los mecanismos legales disponibles, pero lo criticable es la oportunidad de repetir el segundo paro nacional en 4 meses de un gobierno elegido democráticamente. Pensamos que la paralización de la economía por un día solo agrava la situación, generando pérdidas económicas que impactan directamente en el bolsillo de cada argentino. Las cifras son alarmantes. Se estima que cada día de paro provoca pérdidas que ascenderían a 1.500 millones de dólares”.

“¿Qué significa esto en la práctica? Significa empleos que se ponen en riesgo, empresas a las cuales se les agrava la situación actual y por lo tanto, familias que sufren las consecuencias. Cada dólar perdido en un paro es un dólar menos para invertir en salud, educación, infraestructura y programas sociales que tanto necesitamos. En un país con indicadores de vulnerabilidad social, deberíamos focalizar las energías de todos en desarrollar acciones alternativas menos nocivas que paralizar la actividad económica”.

“Cada día de paro es un día perdido en la lucha contra la desigualdad y la exclusión social. Necesitamos trabajar juntos, sector privado y sector público, para encontrar soluciones que nos saquen de esta crisis. El paro también afecta la imagen de Argentina a nivel internacional. ¿Quién querrá invertir en un país donde la conflictividad laboral es moneda corriente?”, remarcó la cámara de comercio de los EEUU en la Argentina.

“Debemos ser conscientes de que nuestras acciones tienen repercusiones más allá de nuestras fronteras y esto envía una señal negativa a los inversores extranjeros. Pero más allá de las pérdidas económicas, el paro también genera división y enfrentamiento en la sociedad argentina. En lugar de buscar el diálogo y la negociación, se opta por el conflicto y la confrontación. Esto solo nos aleja de la posibilidad de construir un país más justo y equitativo para todos”.

“No podemos seguir permitiendo que el conflicto sea un obstáculo en el camino hacia un futuro mejor para Argentina. La reconstrucción de la Argentina es una tarea que nos involucra a todos. Convertir a la Argentina en un país viable depende de nuestra capacidad para superar diferencias y trabajar juntos de manera urgente en la construcción de un futuro sostenible”, concluyó Amcham.

Natalio Mario Grinman, presidente de la CAC.
Natalio Mario Grinman, presidente de la CAC.

La postura de la CAC

En tanto, A través de un comunicado, la entidad expresó que “el país registra evidentes y dolorosas dificultades socioeconómicas, entre las que pueden mencionarse la retracción de las ventas, la erosión del poder de compra del salario y el aumento de la pobreza. Aunque algunas de ellas se agudizaron en los últimos meses, de la mano de las imprescindibles correcciones macroeconómicas encaradas por la actual administración, debe advertirse que los padecimientos presentes tienen su origen en desaciertos previos, algunos de larga data –como las excesivas regulaciones y la presión tributaria desproporcionada– y otros que se magnificaron notablemente durante los últimos años –como el desorden en las cuentas públicas y la excesiva emisión monetaria–”.

Mario Grinman, presidente de la CAC, indicó a Infobae que los comercios en general, así como los shopping y galerías, tienen previsto abrir sus puertas este jueves. “Seguramente algunos tendrán problemas con el transporte de sus empleados, pero van a trabajar igual”, afirmó.

El rechazo empresario es un claro contrapunto con el sindicato del sector. La Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECyS) adhirió al paro nacional y se espera que haya locales cerrados durante la jornada. “Alineados a los reclamos y demandas del Movimiento Obrero, los trabajadores/as mercantiles hemos decidido parar en defensa de las fuentes de trabajo, de la industria nacional y en defensa del sistema previsional argentino”, había manifestado el titular del sindicato, Armando Cavalieri.

“La medida anunciada resulta injustificada y por demás inoportuna”

Fuentes empresarias dijeron a este medio que la apertura o no de los comercios “va a depender de cada empresario si puede abrir, dotar a sus empresas o comercios. No tenemos la data”.

En el comunicado, la CAC argumentó que le “resulta llamativo que a cinco meses de la asunción del actual Gobierno Nacional ya se lleve a cabo un segundo paro general, cuando durante los cuatro años del anterior período presidencial –mientras muchos de los males señalados se incubaban– no hubo siquiera una sola protesta de estas características. Es dable destacar que el panorama económico y social de entonces lejos estaba de ser idílico: el aumento de la pobreza y la cuadruplicación de la tasa de inflación entre 2019 y 2023 son tan solo dos muestras de ello”.

Por otra parte, señaló que “las medidas incluidas en el proyecto de Ley Bases, en particular aquellas en materia laboral, tampoco pueden servir de justificación para la huelga anunciada. Amén de que una modernización laboral favorecerá la generación de más y mejor empleo –y por lo tanto no tendría que generar oposición en quienes deben velar por los intereses de los trabajadores– cabe señalar que el actual proyecto prevé cambios bastante acotados, mucho menos ambiciosos que los planteados en el texto original, por lo que una oposición cerril es difícil de comprender”.

“Hace muy pocos meses la ciudadanía acudió libremente a las urnas, y que allí no solo consagró a una fórmula presidencial, sino que también eligió a sus legisladores, dando lugar a una composición del Congreso en la que el oficialismo está lejos de tener mayorías aseguradas. Esto hace que el tratamiento parlamentario de esta y otras iniciativas esté sujeto a un debate plural, distante de cualquier pretensión hegemónica”, agregó la CAC.

“La ausencia de justificativos recién expuesta, conjugada con las múltiples y perniciosas perturbaciones que todo paro general produce en el quehacer nacional –y que son particularmente inoportunas en la actual coyuntura, en la que la economía necesita urgentemente recuperar el dinamismo– lleva a la CAC a expresar su pleno rechazo a la medida”, indicó la cámara empresaria.

“En los 40 años transcurridos desde la recuperación democrática se cuentan ya 46 paros generales y resulta evidente que, en numerosos aspectos, nuestro país no está mejor que aquel entonces. Muy por el contrario, la indigencia aumentó, la educación se deterioró y el retroceso relativo de Argentina en el concierto de naciones se profundizó –por solo mencionar algunas cuestiones–, lo que sugiere que las huelgas de estas características son inconducentes para revertir estos padecimientos”, indicó la CAC. Y en esta línea, convocó “a la sociedad toda a hacer sus mayores esfuerzos para que, mediante el diálogo y la buena fe, las naturales diferencias de toda comunidad democrática se canalicen por vías institucionales, evitando la repetición de protestas de estas características, y colaborando así con el progreso del conjunto de la Nación”.